En 1499 se publica anónima la Comedia de Calisto y Melibea. Constaba de dieciséis actos. Se reedita al año siguiente acompañada de unos preliminares en los que aparece el nombre del autor, Fernando de Rojas, que dice haberse encontrado el acto I ya escrito por un desconocido y haber continuado la obra. En 1502 se imprime con un nuevo título, Tragicomedia de Calisto y Melibea, y con importantes novedades: cinco nuevos actos, diversas interpolaciones, modificaciones y supresiones y un prólogo en el que Rojas justifica los cambios. Este es el texto definitivo que ha pasado a la historia con el título de La Celestina, nombre del personaje más significativo de la obra. El éxito de la obra será inmenso y las ediciones se sucederán desde entonces.
La Celestina es una obra dialogada de
considerable extensión. Esto ha hecho que para unos se trate de una obra de
teatro, mientras que otros piensan que estamos ante una novela dialogada.
En
cuanto al lenguaje y estilo, coinciden la lengua culta y erudita y la lengua
popular. En general, los personajes hablan una u otra con arreglo a su
condición social, aunque algunos de ellos, como la vieja Celestina, pueden
cambiar de registro según el interlocutor o la situación en que se encuentren.
La variedad lingüística muestra el poder de la palabra en la obra, que sirve
para informar, comunicar y relacionarse con los demás, pero también para
persuadir, convencer, engañar y dominar a los otros.
Amor,
muerte, ambición, egoísmo, codicia, lucha de clases, son temas centrales de La Celestina. Amor entre los
protagonistas y también en las personas de baja condición social, muerte de
gran parte de los personajes, ambición en los criados y la vieja alcahueta,
lucha de clases desde la primera página de la obra hasta la última.
Diferentes
interpretaciones sobre la intención que haya podido guiar a Rojas en la
composición de su obra. Hay quienes creen que tiene un fin moral y pretende
mostrar a los lectores las consecuencias de los malos comportamientos, y
quienes, haciendo hincapié en el origen converso del autor, subrayan la visión
pesimista que ofrece esa realidad conflictiva, su desengaño y su honda
desesperación, la concepción de la vida como guerra e, incluso, su completo
nihilismo.
Como
quiera que sea, La Celestina refleja ejemplarmente
la mentalidad de la sociedad castellana de fines del siglo XV y los valores
propios del capitalismo incipiente del momento: el afán de lucro, el
pragmatismo, el individualismo, el placer de la vida, etc. En contacto con esta
realidad, personajes y sentimientos perecen. La mentira, la traición y el
engaño parecen así marcar la vida de los hombres. El dinero lo puede todo, los
personajes se utilizan unos a otros y no hay verdadera solidaridad ni amistad.
Ni tampoco amor, que o es ciega pasión o puro interés.
La Celestina cierra de modo brillante y
revelador la literatura castellana medieval, mostrando abiertamente el
conflicto entre los viejos y los nuevos valores. Los personajes son
sistemáticamente destruidos sin logar una auténtica comunicación humana. Amor,
amistad, sinceridad, incluso los modelos literarios del pasado, todo desaparece
en una sociedad competitiva y groseramente materialista. Fernando de Rojas
niega los nuevos valores pero sin proponer otros. En La Celestina no parece existir el futuro.
Para
la lectura de esta obra que consagra la línea realista en nuestra literatura,
os recomendamos esta edición adaptada por Alfredo Reina León y está ilustrada
por Enrique Lorenzo. Es de la Editorial Bambú.
Recordad las fechas del control de lectura:
1º Bachillerato B: 4 de noviembre.
1º Bachillerato C: 23 de noviembre.
LEER LA CELESTINA ADAPTADA
Esta es una de las adaptaciones de La Celestina. La lengua está modernizada. Podemos leerla gracias a la Biblioteca Virtual Cervantes.
MÁS SOBRE LA CELESTINA EN LA BIBLIOTECA VIRTUAL CERVANTES
Aquí encontraréis más información sobre una de las obras maestras de la literatura castellana, La Celestina.
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